Cuando M. de Peyrehorade, entusiasta coleccionista de antigüedades, desentierra una antigua estatua de Venus —una figura tan bella como imponente—, no puede imaginar el horror que está a punto de traer a su familia. De él será testigo el protagonista de esta historia, un arqueólogo parisino que llega allí por casualidad y que acaba siendo invitado a la boda del hijo de Peyrehorade, Alphonse.

La bella pero ominosa Venus, de la cual los lugareños hablan con temor reverencial, pronto demuestra que no es una simple estatua cuando Alphonse coloca su anillo de bodas en uno de sus dedos… y la mano de la estatua se cierra en torno a él para no volverse a abrir.

Prosper Mérimée, arqueólogo y uno de los literatos franceses más destacados del s. XIX (a él debemos Carmen, el libro que inspiró la ópera de Bizet), rescata en esta novela corta el mito de la estatua-esposa, una leyenda terrible que aborda desde su docta perspectiva de estudioso de la historia e incondicional amante de la ficción de misterio y sobrenatural.